¿Qué hay detrás de AVAAZ?

¿Qué hay detrás de AVAAZ?

Fundada en 2007 Avaaz se presenta en Internet como una organización activista que se financia mediante las donaciones de sus más de diez millones de miembros activos en 193 países del mundo.

Y basta echar un vistazo a su web para comprobar que afirma haber puesto en marcha en cuatro años casi ¡60 millones de acciones! principalmente en áreas eco-pacifistas con iniciativas contra la corrupción y en pro de los derechos humanos. Sin embargo su creación en el marco de poderosos grupos de presión vinculados a George Soros cuestiona seriamente su independencia y permite analizar de modo distinto las acciones que bajo un barniz aparentemente humanitario lleva a cabo. Y como quiera que se ha involucrado en asuntos de salud es necesario saber quién está detrás de ella así como qué persigue realmente. Y lo que a continuación contamos es lo que hemos averiguado hasta el momento.

Si las recomendaciones de la comisión sobre Gobernanza Global se aplican llevarán a todos los pueblos del mundo a una Comunidad Global dirigida por una burocracia de alcance universal bajo la autoridad directa de un puñado de personas designadas a dedo y un brazo ejecutor integrado por miles de individuos pagados por unas ONGs acreditadas que apoyen determinado sistema de creencias. Por muy increíble e inaceptable que resulte para mucha gente”.

(Texto extraído de La verdadera historia del Club Bilderberg de Daniel Estulin).

Para mantener su legitimidad las élites económicas favorecen formas de oposición limitadas y controladas con el fin de prevenir el desarrollo de formas radicales de protesta (…) La fabricación de disidencia actúa pues como una válvula de seguridad que protege y sostiene el Nuevo Orden Mundial”.

(Texto extraído de Fabricando disidencia: globalistas y élites controlan movimientos populares de Michel Chossudovsky).

Avaaz–explican los propios responsables en su web- es una organización con una clara misión democrática: cerrar la brecha entre el mundo que tenemos y el mundo que la mayoríade la gente desea”.

Solemnes palabras que parecen tener como objetivo transformar la sociedad mediante la organización de campañas internacionales de todo tipo a fin de luchar por la paz mundial, proteger los derechos humanos y el medio ambiente, mejorar la sanidad global o luchar contra la corrupción entre otros muchos objetivos loables.

Pero, ¿es así realmente? ¿Y quién está detrás de tan singular iniciativa? Para averiguarlo hemos profundizado en sus orígenes y en sus vinculaciones internacionales, hemos analizado de cerca algunas de sus campañas más polémicas y hemos entrevistado a su Director de Campañas -Luis Morago- así como a dos analistas de política internacional que desde hace tiempo publican sus reflexiones en la red.

Empecemos pues explicando a quienes no conocen esta organización que Avaaz desarrolla sus campañas en muy diversos ámbitos que ella misma define en su web -de forma un tanto caótica- como Respuesta humanitaria, Cambio climático, Corrupción, Derechos Humanos, Naturaleza, Birmania, Tíbet, Paz, Alimentos y Granjas, Medios e Internet”. Con acciones que
incluyen peticiones puntuales y concretas tan dispares como la de una moratoria para los cultivos transgénicos, una acción conjunta internacional para acabar con el comercio sexual, evitar la sobreexplotación de los océanos o solicitar la dimisión de Paul Wolfowitz como presidente del Banco Mundial.

De hecho ha organizado ya acciones de protesta conocidas durante la reunión del G8 y numerosas peticiones online de muy diverso signo: sobre el cambio climático, el conflicto Gaza-Israel, la violencia, la enfermedad y el hambre en Zimbabwe, las leyes anti-homosexuales en Uganda, los ataques a Mumbai en la India o el derecho del Tíbet a su independencia así como una campaña para salvar a la iraní Sakineh Mohammadi de la ejecución y otra de apoyo al fundador de Wikileaks. Todo lo cual parece indicar que realmente se trata de una organización con nobles objetivos. Obviamente si ha conseguido reunir a tan enorme cantidad de “socios” se debe a ello pero también a la superficialidad con la que abordan los temas, a que se trata de problemas con amplia aceptación planteados de modo asequible y al casi nulo compromiso que apoyarlo exige a sus socios.

A fin de cuentas esta forma de “activismo” se limita prácticamente a pedir a los asociados que reenvíen los correos electrónicos que les mandan y que muy a menudo éstos rebotan sin siquiera llegarlos a leer ya que confían en la honestidad, ética y altruismo de la organización. Corriéndose así el claro riesgo de banalizar la crítica y situar la “lucha social” en un terreno absolutamente superficial que en realidad no cuestiona la raíz de los problemas; ni el sistema ni a quienes lo dirigen. Lo que probablemente explica por qué las instancias de poder no tienen problema alguno en promocionar ciertas plataformas de “activismo virtual” (hoy conocido como clicktivismo).

¿Es ése el caso de Avaaz? Pues debemos decir que basta una primera búsqueda en la red -su ámbito fundamental de actuación- para encontrar rápidamente cosas que extrañan. Y no es que lo digamos nosotros, es que sus propios “socios” o simpatizantes empiezan a reaccionar enfadados; de hecho algunas de sus campañas han generado un aluvión de protestas en Internet y de ahí que nos preguntáramos quién fundó Avaaz como Organización No Gubernamental (ONG) a fin de saber para qué lo hizo realmente.

GRAN PARTE DE LAS ONGs NO SON LO QUE PARECEN

Debemos empezar explicando en cualquier caso que sólo unas pocas ONGs en el mundo cumplen un papel positivo real de transformación de la sociedad incidiendo en la raíz de los problemas. Así lo aseguran ya muchos expertos, entre ellos el conocido sociólogo James Petras. Es más, éste asegura que la mayoría de las organizaciones no gubernamentales influyentes están en realidad al servicio de los poderes establecidos y por eso jamás cuestionan asuntos de fondo que puedan perjudicarles.

Hace algunos años –cuenta-revisé todos los programas e investigaciones de las ONGs y en una muestra de cien que encontré ninguna tenía como propuesta estudiar el imperialismo. Sencillamente porque no reciben fondos de Europa o Estados Unidos si tienen en su agenda estudiar el problema clave que es el imperialismo”.

Debe saberse que el propio Banco Mundial convocó en 1982 a las principales ONGs para proponerles crear un Comité Banco Mundial-ONGs que elaborara estudios y aprobara políticas “destinadas a impulsar su participación”. Una inteligente trampa para controlarlas en la que seis años después había caído la mayoría de las organizaciones influyentes. En 1990 había ya de hecho ONGs implicadas en el 21% de los programas financiados por el Banco Mundial; en 2003 ese porcentaje se había elevado hasta el 72%.

A esa inyección de dinero hecha a las ONGs por el Banco Mundial se sumarían luego otras que contribuirían a su auge en la década de los ochenta del pasado siglo XX. Auge que se explica más que por sus contribuciones sociales por el hecho de que ofrecen salidas profesionales que combinan el sabor aventurero con la solidaridad al servicio de una causa justa haciendo un rol de “limpiadoras de conciencia” y “amortiguadoras del malestar social”.

En suma, hoy no todo el dinero destinado a muchas de las organizaciones aparentemente solidarias y supuestamente independientes que todos conocemos proviene del Banco Mundial y de los fondos estatales sino que parte de los miles de millones de euros –o de dólares- que reciben procede de fundaciones privadas vinculadas con grupos de poder.

Es más, en algunos casos concretos se trata de organizaciones expresamente creadas por esos grupos para servir a sus fines estratégicos en el marco de lo que Michel Chossudovsky denomina “fabricación de la disidencia”, un giro estratégico que ha abandonado las viejas tácticas de represión para pasar a controlar los movimientos de protesta financiándolos, integrándose en sus estructuraso, directamente, creándolos y dándoles apariencia de críticos o progresistas. ¿Y para qué? Pues para evitar un auténtico movimiento global independiente y coordinado de resistencia contra las bases del poder. Lo explica claramente Chossudovsky: “Los mecanismos de fabricación de disidencia requieren un entorno de manipulación, un proceso de presión y la sutil cooptación de los individuos dentro de las organizaciones progresistas, incluyendo coaliciones anti-guerra, ambientalistas y el movimiento anti-globalización”.

¿Y pertenece Avaaz a ese tipo de organizaciones? Veamos algunos momentos claves de su trayectoria para ayudar al lector a formarse su propia opinión.

SALUD Y ECOLOGÍA

Obviamente quisimos preguntar ante todo a Luis Morago sobre las iniciativas de Avaaz en los ámbitos de la salud y la ecología así como por las organizaciones con las que han trabajado en estos temas. Y su escueta respuesta fue ésta: “Con Greenpeaceen materia de transgénicos y sobre cambio climático,con Alliance for Natural Health en materia de legislación europea sobre medicinas naturales, con Amazon Watchen materia de protección de la Amazonía, con IFAWen defensa de las ballenas, con la Union Nationale de l’Apiculture Francaise…” Morago no terminaría su frase y nos remitiría a la web de Avaaz en la que efectivamente encontramos algunos detalles de esas iniciativas y de algunas más, la mayoría de las cuales son meras declaraciones genéricas que bajo un lenguaje de apariencia progresista pasa sin embargo de puntillas por problemas tan graves como la manipulación genética, el ataque frontal a toda terapia que no se encuentre bajo el paraguas del modelo médico oficial o los problemas relacionados con la agricultura y la alimentación.

Pero siendo ello penoso mucho más grave nos ha parecido el apoyo que da esa web a conocidos “montajes” como el del cambio climático, la gripe A o el VIH/SIDA, estos dos últimos ampliamente tratados en esta revista.

En cuanto al dogma del calentamiento global consiste –como se sabe – en una advertencia apocalíptica sobre el efecto catastrófico que las emisiones de CO2 se supone están teniendo sobre la temperatura de la atmósfera terrestre y la capa de ozono, catástrofe que únicamente se podrá impedir reduciendo esas emisiones y sustituyendo los combustibles fósiles por otras
alternativas que incluyen a la energía nuclear. Solo que como bien se explica en el blog Antiimperialista lo cierto es que “la teoría del calentamiento global que ha tenido en el criminal de guerra Al Gore a su más importante apóstol mediático y en la asamblea de multimillonarios conocida con el nombre de Club de Roma su principal fuente de financiación se desploma tras el escándalo Climagate. Los emails y documentos hackeados y filtrados a la prensa en los que científicos pertenecientes al Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) reconocían haber manipulado datos sobre el clima global para ocultar el descenso de las temperaturas en los últimos tiempos y dar la impresión contraria (es decir, que habían aumentado) han servido (cuanto menos) para sembrar la duda entre millones depersonas en todo el mundo (…) ¿Qué se esconde tras este gran fraude? India, Rusia o China han sido los países que con mayor fuerza han denunciado esta especie de nuevo imperialismo medioambiental cuyo principal objetivo es frenar las economías en desarrollo de los países emergentes e impedir que otros puedan llegar a desarrollarse protegiendo así la hegemonía económica de Estados Unidos, la Unión Europea y Japón. Otro objetivo no menos importante es el control social total pues escudándose en una supuesta defensa del planeta los ‘calentólogos’ se otorgan el privilegio de legislar sobre absolutamente todos los hábitos de nuestra vida”.

Y a estos argumentos debemos sumar la justificación de un regreso a la energía nuclear -apadrinada por el mismísimo impulsor de la hipótesis Gaia, James Lovelock, por motivos que
cuesta imaginar-, y el supernegocio en torno a los bonos de emisión de carbono que supone la compra del derecho a emitir CO2 a razón de una tonelada de dióxido de carbono por papeleta que puede luego canjearse en el mercado de la contaminación global. Hablamos de un mercado con un boyante futuro a tenor de las cifras disponibles ya que según un reportaje de la CNN emitido en 2008 “el intercambio de bonos de carbono está creciendo a tal velocidad que hasta el año pasado (2007) se evaluaba en 30.000 millones de dólares y su perspectiva de crecimiento es de 500.000 millones y de hasta de un trillón en el 2020 según la calificadora JP Morgan”.

PROTECCIÓN DE DATOS (2007)

Como antes dijimos Avaaz desarrolla su labor en muchos campos pero la primera duda que surgió en socios y comentaristas recién comenzada su andadura en el 2007 se refería a la validez que podían tener las firmas recabadas en la red. Internet permite reunir muchos miles de firmas en pocos días -incluso en horas- tal y como viene haciéndose desde páginas como PetitionOnline pero, ¿tienen esas firmas alguna validez legal? No cabe duda de que Internet ha abierto posibilidades enormes al activismo y que una tarea fundamental será explorar y utilizar esas posibilidades pero la red también es un inmenso territorio para toda clase de maniobras no tan desinteresadas.

En España por ejemplo ya se ha acusado a Avaaz de infringir la Ley de Protección de Datos al utilizar los nombres de los socios para colocarlos en un sistema de DISCOVERY DSALUD correo tipo tunombre@avaaz.org sin aviso previo y “ceder” luego esos correos para publicidad.

Evidentemente trasladamos a Luis Morago tales acusaciones y esto fue lo que nos respondió:

Hay varios tipos de acciones (y tácticas de movilización por internet). Por ejemplo la simple petición a través de la cual recogemos apoyos (firmas online) de ciudadanos los cuales son entregados a aquellas instituciones o personas a los que van dirigidas las acciones. Esto se puede hacer de manera simbólica, con algunos ejemplos aquí: http://www.flickr.com/photos/avaaz/sets/72157625093526578/… a través de fax o carta formal, incluyendo el contenido de la acción y el número total de firmas, y en muchos casos, dependiendo del contexto, mediante entrega de los nombres (y país de residencia) de los firmantes. En casos específicos, cuando existen requerimientos formales de entrega de más detalles específicos de los firmantes, se informa de ello a las personas que reciben nuestras comunicaciones de campaña y después se cumplimentan los requisitos legales. Este, por ejemplo, ha sido el caso de la petición conjunta con Greenpeace que buscaba presentar una Iniciativa Ciudadana Europea ante la Comisión Europea de 1 millón de firmas verificables. 

En otros casos la acción consiste en enviar mensajes directos a ministros, jefes de Gobierno, etc. Similar a lo que plataformas como Actuable suelen hacer. Y en otras ocasiones las acciones son llamadas de teléfono directas o acciones a través de Facebook o Twitter. Aquí puede encontrar nuestra página en la que incluimos la política de privacidad de Avaaz: http://www.avaaz.org/es/privacy”.

APOYO A OBAMA (2008)

Un año después –en el 2008- Avaaz iniciaría una descarada campaña apoyando abiertamenteal hoy presidente Barak Obama, algo que dispararía ya las alarmas de numerosos colectivos sociales. Pues bien, los comentarios que nos hizo Luis Morago al respecto fueron significativamente concisos: “Respecto al presidente Obama ésta es la acción que se impulsótras realizar una encuesta a nuestros miembros al respecto. Se trataba de capturar un momento de esperanza a nivel global tal y como describe esta acción: http://www.avaaz.org/es/million_messages_to_obama/”.

Y a continuación se limitó a proporcionarnos unos enlaces que llevaban a sus campañas contra las minas terrestres, los ataques de los drones –aviones de combate no tripulados- en Afganistán y el problema de los asentamientos israelíes en Palestina. Solo que en la petición citada se llegaba a decir: “La victoria de Obama puede ser el comienzo de una nueva etapa en las relaciones de Estados Unidos con el mundo. Enviemos al nuevo presidente un mensaje global de esperanza y la invitación a trabajar en conjunto”.

Cuando posteriormente preguntamos a Luis Morago sobre las evidentes relaciones entre Avaaz y el Partido Demócrata estadounidense y su entorno –Bill Clinton, Al Gore, George Soros y la Chatam House– que tan serias dudas arroja sobre la independencia de Avaaz y, por tanto, sobre las verdaderas motivaciones de sus campañas éste respondería: “Tal y como venimos publicando en distintos materiales de campaña Avaaz no acepta bajo ninguna circunstancia dinero de gobiernos o corporaciones privadas. Esto permite que nuestra voz refleje exclusivamente los principios y valores de nuestros miembros en vez de vernos coartados por grandes donantes o agendas políticas. Y si bien en su arranque Avaaz recibió fondos de parte de organizaciones asociadas y fundaciones en estos momentos el 100% de nuestro presupuesto proviene de pequeñas donaciones realizadas en la web. En otras palabras, la única agenda que seguimos es la agenda ciudadana definida por nuestros miembros. En este sentido, en su inicio, Avaaz recibió fondos del Open Society Instituteque en los últimos años ha proporcionado fondos a organizaciones como Amnesty International, Human Rights Watch, International Crisis Groupy otras destacadas organizaciones de defensa de los derechos humanos. En el marco de distintas campañas colaboramos desde una posición de independencia con organizaciones y líderes mundiales cuyo trabajo ha sido ampliamente reconocido -Oxfam International, Amazon Watch, Greenpeace, etc.- y líderes como Desmond Tutu, Aung San Suu Kyi, líderes indígenas brasileños, ministros de países africanos, monjes birmanos y muchos otros…

Tal fue su respuesta pero lo cierto es que algunos socios se bajaron del tren de Avaaz en esta estación. Para muestra un botón: en el Blog de Nacho Blanco -un ingeniero técnico industrial que resume su filosofía vital con la frase “No me puedo estar quieto y me molesta sobremanera cualquier tipo de injusticia así que si puedo hacer algo por cambiar las cosas lo hago” – éste haría al respecto una declaración ciertamente contundente: “¡Se acabó Avaaz! Hace ya tiempo me comprometí a no dar difusión a vuestras campañas aunque participe en ellas enviando correos electrónicos si me parecen interesantes pero lo que no estoy dispuesto es a mandar una felicitación a Obama por su Premio Nobel de la Paz, máxime tras haber mentido acerca del cierre de Guantánamo, ese lugar del mundo en el que no existen los derechos humanos, ni las garantías de un Estado de Derecho, ni la más mínima ley. No estoy dispuesto a enviar una felicitación a un presidente que aumenta las tropas de la guerra de Afganistán para seguir matando personas -y me da igual que sean civiles, talibanes o soldados estadounidenses obligados a ir a luchar a una guerra que ni entienden ni quieren entender-, a un presidente que parece haber dejado de lado conflictos como el palestino y la pobreza de continentes enteros. No señor, no estoy dispuesto”.

AFÁN DE PROTAGONISMO

Antonio Maira, Capitán de Fragata de la Armada, politólogo y antiguo miembro de la Unión Militar Democrática (UMD) que actualmente desarrolla su labor como analista político en medios alternativos cree por su parte que “lo de la campaña de Obama seguro que respondió a un afán de protagonismo, a un sentido oportunista de la intervención política y a un reflejo de integración en movimientos sociales amplios (mucho más si están centrados en los Estados Unidos). No sé si hay otras razones económicas o de filiación política. Obama tuvo un impacto mediático inmediato: ‘un negro en la Casa Blanca’ era algo insólito que garantizaba tal impacto. La acumulación de fondos por Obama para financiar su campaña electoral (fue el candidato preferido de Wall Street), la progresiva ambigüedad de su discurso y, finalmente, su pareja electoral, la Sra. Clinton (sionista de manual que había tenido un papel muy activo durante la guerra de Yugoslavia y que transmitía un discurso imperialista duro), aconsejaban un tratamiento mucho más discreto como ha demostrado la política de Estados Unidos durante su presidencia. Las pequeñas ambiciones combinan mal con la discreción y la cautela”.

Por su parte, un conocido analista político que se oculta bajo el pseudónimo de Cordura y tiene un blog con ese mismo nombre en la Comunidad El País.com – nos comentaría: “En cuanto a su apoyo a Obama como candidato… no cuela. Meses antes de que fuera elegido el mozo ya otros –pese a todo seguramente no tan bien informados como los avaazes– advertíamos del fraude: http://lacomunidad.elpais.com/periferia06/2008/7/27/un-fraude-llamado-obama-/2. Y ahora vienen diciendo que le critican por chorraditas (…) Lo de los drones sin duda es una canallada pero comparado con el fondo del asunto –la agresiva política globalitaria de ‘Obomba’– supone una minucia. Pero es que Avaaz es parte de esa política, claro”.

En suma, ¿es o no Avaaz un proyecto de disidencia controlada, un arma desarrollada desde las instancias de poder globales? Porque debe saberse que al frente de ella está Ricken Patel, un excolaborador de la Fundación Rockefeller (cuyos honorarios como presidente de Avaaz ascendieron por cierto en el 2010 a 183.264 dólares según la información financiera que consta en su propia web).

Para los colectivos sociales profundamente comprometidos en la lucha contra las instancias de poder la respuesta salta a la vista. Por ejemplo, el administrador del blog antimperialista.blogia.com nos comenta: “Avaaz es el clásico movimiento diseñado con palabrería pseudoizquierdista para legitimar, desde la supuesta oposición al sistema, agresiones imperialistas contra otros pueblos; especialmente contra los poseedores de recursos naturales que Occidente necesita o contra rivales económicos. Es decir, Avaaz se presenta como un movimiento humanitario que no hace sino reproducir los argumentos que utiliza el propio imperialismo para justificar sus políticas genocidas de tal forma que, de un modo u otro, en el fondo lo que hace este tipo de movimientos es humanizar la barbarie imperialista y tranquilizar la conciencia de los occidentales. Un ejemplo es la demonización de Irán o China (países que no tienen ni más ni menos defectos que España o Francia pero sí son rivales económicos), demonización que provoca efectos psicológicos en la población occidental del tipo ‘es normal que nuestros gobiernos les ataquen pues son muy malos’. Avaaz, como otras organizaciones de este tipo, son herramientas del imperialismo occidental para satanizar a rivales económicos y justificar futuras agresiones bélicas”.

ISRAEL-GAZA (2008-2009)

En cuanto a la Petición urgente demandando un cese al fuego inmediato en Gaza hecha en el 2008 por Avaaz contiene expresiones que pretenden presentar falsamente el conflicto como si se desarrollara entre dos ejércitos situados al mismo nivel que estarían perjudicando a sus respectivas poblaciones civiles. “Más de 280 muertos hasta ahora en la franja de Gaza ycientos de heridos (…) y ambos lados movilizando tropas» – se dice en ella añadiendo: «Solo con el firme seguimiento y compromiso internacional podrán ser protegidos los civiles de ambos lados (…) Todas las partes de este conflicto continuarán actuando como lo han venido haciendo en el pasado si creen que el mundo permanecerá inmóvil y les permitirá seguir como hasta ahora”.

Sin embargo conviene recordar que se trata de los mismos argumentos que utiliza habitualmente el sionismo israelí; de hecho la propia Wikipedia – en su versión inglesa – dice sobre Avaaz y Oriente Medio lo siguiente: “En cuanto al conflicto palestino-israelí Avaaz parece presentar información inexacta sobre los actuales (diciembre de 2008) ataques israelíes sobre la franja de Gaza. Avaaz ha preparado una petición que está siendo distribuida para ser firmada por miles de personas. Es desafortunado sin embargo que esa petición se editara deliberadamente sin hablar de los salvajes ataques israelíes sobre la franja de Gaza y sólo mencione los ataques con cohetes hacia Israel (que causó a 4 muertos israelíes). La petición oculta por completo que esos salvajes ataques israelíes en la franja de Gaza provocaron la muerte de cientos de palestinos (400 hasta ahora), incluyendo a cien niños y a sus madres”.

La explicación de estos inexplicables «olvidos» podría ser a juicio del colectivo por la Justicia y los derechos de las personas y la naturaleza Queda la palabra – premio nacional de derechos humanos 2005 en España- el vínculo que Avaaz tiene con el sionismo. “¡OJO CON LO QUÉ DIFUNDÍS Y FIRMÁIS! Hay organizaciones sociales aparentemente progresistas (lobos disfrazados con piel de cordero) creadas hace años para que cuando llegara el momento defendieran de forma engañosa y sutil las posturas sionistas. Estas falsas ONGs se caracterizan por su aparente independencia y por no aceptar dinero de gobiernos o empresas pero, contradictoriamente, sus fundadores son ejecutivos de grandes corporaciones u organizaciones y cuentan desde el principio de su formación con nada claros y grandes medios económicos y técnicos para conseguir sus objetivos de confusión y distracción. Otro dato a tener en cuenta es que sus promotores son judíos o personas cercanas y todos son ricos que no quieren perder sus privilegios, ¿Además cómo alguien que busca la Justicia no es coherente en su vida personal?”.

Si el lector aún duda sepa que tanto el Washington Post en Estados Unidos como El País en España han publicado que George Soros financia organizaciones proisraelíes como J Street, un lobby proisraelí con base en Estados Unidos. Además estas actuaciones – que bajo el prisma de Chossudovsky podrían calificarse «como modeladoras de opinión«- no se limitan a Palestina sino que se extienden a otros países cuyos gobiernos se caracterizan por la oposición frontal al diseño global del Nuevo Orden Mundial.

SAKINEH (2010)

Nuestros lectores recordarán probablemente que en el 2010 Avaaz se sumó a una campaña promovida por el ensayista francés Bernard-Henry Levy en relación a una presunta lapidación en Irán y puso en marcha una recogida masiva de firmas bajo el lema ¡Salvar a Sakineh!.

Y en la carta que difundieron online se decía: “El caso por adulterio de Sakineh es una trágica farsa repleta de violaciones de los derechos humanos. Primero fue sentenciada a la lapidación pero el Gobierno iraní se vio forzado a revocar la sentencia ante el revuelo mundial (…) Luego su abogado se vio obligado al exilio y la fiscalía presentó otra acusación fraudulenta que la condenaba de nuevo a la pena de muerte: el asesinato de su marido”.

Pues bien, Thierry Meyssan, periodista y Presidente de la Red Voltaire – un grupo de agencias de prensa y medios de Europa, Iberoamérica y el mundo árabe especializado en el análisis de relaciones internacionales – publicó un artículo titulado Manipulación mediática: el escándalo sobre Sakineh que presentaba el caso de modo muy diferente: “Inmersos en su emoción los franceses no se tomaron el tiempo necesario para verificar los hechos hasta que el actor Dieudonné M’bala viajó a Teherán. Una vez en la capital iraní éste comprobaría que se trataba de una gran patraña (…) Resulta que (Sakineh) no había sido juzgada por adulterio sino sólo por asesinato. Y que en Irán ni siquiera se dictan condenas por adulterio (…) porque la ley establece una serie de condiciones casi imposibles de darse; entre otras que al menos cuatro personas tienen que haber sido testigos en ese mismo momento. Es más, esa república islámica no reconoce la Charía sino única y exclusivamente la ley votada por los representantes del pueblo en el seno del parlamento. Su cómplice (su amante, a quien convenció para que la ayudara a matar a su esposo) y ella misma fueron juzgados en primera y segunda instancia (…) La Corte no cometió ningún tipo de discriminación en función del sexo (…) Además la pena de muerte se ejecutaría mediante la horca porque la lapidación fueabolida por la revolución islámica. Y el juicio está siendo reexaminado por el Tribunal de Apelación que debe verificar la legalidad de cada detalle del procedimiento aplicado (…) En cuanto a Javid Hustan Kian, presentado como su abogado defensor, es un impostor (…) La acusada nunca puso su defensa en manos de ese individuo ni ha estado en contacto con él. Hustan Kian es miembro de los Muyahidines del Pueblo, organización terrorista que goza de protección de Israel y de los neoconservadores”.

Sin comentarios.

LIBIA (2011)

En todo caso la campaña que quizás haya borrado definitivamente la ya tenue frontera entre lo que Avaaz aparenta y lo que es, fue la petición ONU: cierren el espacio aéreo en Libia cuyo texto decía: “Estimados delegados del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas: pedimos que aprueben inmediatamente una resolución que establezca una zona de exclusión aérea en Libia para detener los bombardeos aéreos contra la población civil y poder restaurar el acceso de vuelos humanitarios en el espacio aéreo de ese país. También deberían adoptar otras medidas adicionales urgentes como el reconocimiento formal del Gobierno provisional y la neutralización de las transmisiones de información que incitan a la violencia por parte del régimen junto a más sanciones selectivas y la congelación de activos del régimen. La acción internacional es vital para detener el derramamiento de sangre en Libia”.

Es evidente que tal petición no tiene nada que ver con la protección de las ballenas, los elefantes o los océanos. Era una petición de marcado carácter político que ni siquiera se trató de un apoyo genérico a algo o alguien sino de una petición concreta para que se llevase a cabo una acción bélica directa contra el representante de un país soberano al que muchos dirigentes de Occidente poco antes agasajaban en sus propios países; España incluida. Obviamente la propuesta desató una oleada de indignación en amplios sectores independientemente de que Gadafi les cayera bien o mal.

Así que preguntamos a Luis Morago cómo podía Avaaz justificar una petición tan controvertida y éste nos dio algunas de las respuestas que ya en su día la organización había dado a los numerosos socios que se quejaron: “Comprendemos tu preocupación y lamentamos que no estés de acuerdo con nuestra reciente campaña para frenar los ataques aéreos en Libia. Nuestras campañas encuentran su razón de ser en el poder de la ciudadanía y es precisamente nuestra comunidad la que determina qué tipo de campañas y acciones emprendemos. Nosotros utilizamos encuestas y sondeos para conocer mejor la opinión de nuestros miembros en temas concretos y así lo hicimos con esta campaña en particular. Según nuestro sondeo el 84% de nuestros miembros apoyaban esta campaña y solo un 9% mostró su desacuerdo”.

Respecto a la posibilidad apuntada por algunos miembros de Avaaz de que la «zona de exclusión» pedida se convirtiese en el principio de una intervención militar motivada una vez más por el petróleo la respuesta de Avaaz entonces fue que “es uno de los riesgos potenciales” añadiendo que“si eso llega a suceder nuestra comunidad será de las primeras en movilizarse para impedirlo”. Finalmente justificaría la petición de la zona de exclusión en la demanda de ciudadanos, activistas y líderes libios.

En cuanto a los riesgos potenciales que una operación militar de esa clase puede suponer Avaaz decía: «La mejor solución en este caso es la que reduzca el número de muertes entre la población civil con la menor violencia posible. Las cosas podrían no salir como esperamos pero (…) mayores serían los riesgos reales derivados de la ausencia de dicha zona protegida lo que tendría un impacto tremendo sobre la población civil libia«. Avaaz daría asimismo por probado -sin prueba alguna- que Gadafi estaba bombardeando a su propio pueblo y eso justificaba las medidas que solicitaban. Así que posteriormente se justificaría: “Creemos firmemente que la comunidad internacional tiene la responsabilidad de proteger a la población civil cuando los gobiernos nacionales amenazan y violan gravemente sus derechos humanos. Sin duda ésta ha sido una decisión difícil y no siempre podemos acertar al 100% en todo lo que hacemos”.

En suma, que Gadafi fue un dictador indeseable con las manos manchadas de sangre es innegable pero que aún haya quien crea que se le derribó sólo para proteger al pueblo libio y no para que algunas multinacionales se lucren con las riquezas de ese país resulta infantil. Como es igualmente innegable que Avaaz ha contribuido activamente a ello.

«DENME DE BAJA COMO SOCIO DE AVAAZ”

El 1 de abril de 2011 comenzaría por ello a circular por la red una carta de denuncia contra Avaaz elaborada por Tortuga, un grupo antimilitarista de Alicante, que resumimos: “A todo el equipo de Avaaz: me dirijo a ustedes consternado con la noticia de su reciente campaña en torno a los sucesos de Libia (…) una colecta de firmas (…) que en la práctica supone dar cobertura legal a la alianza militar OTAN para intervenir en este país (…) Piden incluso que se tomen medidas tales como ‘el reconocimiento formal de un gobierno provisional’ (…) Considero que una organización humanitaria jamás debería apoyar una intervención militar (…) Asistimos a una deplorable orquesta de engaño y manipulación masivos en la cual ustedes, el equipo de Avaaz, ha jugado un papel relevante. Deben comprender que cuando se descubre una mentira grave y además existen antecedentes y móvil del crimen quienes han difundido la mentira se convierten por lógica en sospechosos. Si quieren ustedes recobrar su credibilidad ruego tomen, como mínimo, las siguientes medidas: pedir disculpas públicamente por haber atentado contra la soberanía de la nación libia (…) pedir disculpas por haber atentado contra la integridad de la red de comunicación de internet y el derecho a la verdad de la población mundial (…) y movilizar una campaña para la retirada inmediata de las fuerzas armadas de la OTAN. En caso de no realizar estos pasos antes del próximo 31 de marzo por favor denme de baja como socio de Avaaz y borrénme de todas sus bases de datos. Con mi más profundo deseo de que mis palabras resuenen en su conciencia, por la integridad de nuestra red de comunicación y, sobre todo, por la paz en el mundo...”.

“HEMOS TENIDO UN CRECIMIENTO IMPORTANTE”

Obviamente preguntamos a Luis Morago si habían cuantificado las eventuales bajas debidas a tales propuestas y si habían hecho algo para explicar la posición de Avaaz respondiéndonos lo siguiente: “Mantenemos un sistema de correspondencia directa con las personas que nos apoyan y escriben mostrando algún tipo de preocupación o buscando más información. Es inevitable que algunas personas se den baja por no estar de acuerdo con alguna campaña en particular o, simplemente, porque no quieren recibir más mensajes en su cuenta de email. Con más de 10 millones en la comunidad de Avaaz recibimos un número elevado de correos pidiendo más información, sugiriendo campañas, mostrando apoyo o compartiendo algún tipo de preocupación o necesidad de clarificación. Somos un pequeño equipo de personas pero tratamos siempre de responder a las preguntas y preocupaciones de nuestros miembros. De hecho recibimos mensajes de personas que pueden estar en desacuerdo con una acción pero después de explicar nuestra posición siguen apoyando otras muchas campañas que promovemos. En los últimos años hemos tenido un crecimiento impresionante lo que muestra que el modelo genera confianza en la mayoría de las personas pero siempre seguimos tratando de hacerlo mejor y responder a la verdadera voluntad de las personas que forman la comunidad de Avaaz. A través de encuestas regulares, de los mensajes que recibimos directamente de nuestros miembros y también evaluando la respuesta específica a cada una de las campañas que lanzamos podemos asegurarnos de que nuestro trabajo representa el punto de vista de esa gran mayoría de ciudadanos que toman acción”.

“LA GENTE NO MIRA AL CIELO”

Sin embargo una activista que investigó en Internet los presuntos bombardeos de Gadafi nos comentaba: “Cuando se empezó a decir que Gadafi bombardeaba a los manifestantes busqué por todas partes imágenes en Youtube y no encontré nada. La noticia de 300 muertos difundida por Aljazeera muestra un video donde ni se ven helicópteros, ni aviones, ni disparos. ¡La gente no mira al cielo! (http://english.aljazeera.net/news/africa/2011/02/201122261251456133.html). Y es imposible que no haya una sola imagen de los helicópteros porque en ese país hay muchas cámaras y móviles (…) Tampoco hay imágenes posteriores de los ‘cientos’ de muertos que dicen había por las calles. Y cuando busqué de dónde había partido la noticia me encontré con que en todos los medios la persona que había ‘informado’ del ametrallamiento aéreo de manifestantes fue siempre la misma: Adel Mohamed Saleh. Sin embargo, si tantos miles de ciudadanos fueron testigos, ¿cómo se explica que la fuente de la noticia fuera siempre una misma persona que además se autodenominaba ‘activista’? Si realmente se masacró a la población libia, ¿por qué por las fronteras la inmensa mayoría de la gente que salía eran trabajadores extranjeros?

“HAY BARRERAS INFRANQUEABLES”

Por su parte, el analista ya mencionado que firma como Cordura nos comentaría que “la actitud de Avaaz fue criminal por pedir una intervención de criminales (ONU-OTAN) y por carecer de datos probatorios de sus acusaciones contra Gadafi (que invoque entre sus fuentes a ‘compañeros sobre el terreno‘ es de lo más vago; aunque el colmo es lo de los ‘diversos medios‘ pues sabido es que la gran mayoría de los medios son sistémicos y se limitan a repetir lo que interesa al sistema. ¡Una organización defensora de los derechos humanos no puede trabajar así! Por otra parte, ampararse en lo que diga la mayoría de sus miembros (‘el poder de la ciudadanía‘) por encima de los principios éticos y de los datos realmente contrastados aparte de ser inmoral suena a excusa barata. Los asuntos éticos no se pueden resolver por mayorías. Hay barreras que debieran ser siempre infranqueables. En cuanto a lo de que ‘no es lo mismo ni equiparable una zona de exclusión aérea a una invasión territorial‘ mueve a risa. ¿Es que las bombas de las 26.000 intervenciones ‘aéreas’ de la OTAN se quedaron en el aire sin matar a nadie? ¿Es que el aire de Libia no es tan libio como la tierra y por tanto igualmente parte de su soberanía? Sin olvidar -y eso Avaaz lo tiene que saber (quizás ellos mejor que nadie)- la presencia en suelo libio de fuerzas militares especiales británicas (SAS) y neerlandesas desde antes de los bombardeos de la OTAN. Por lo que se refiere a sus consideraciones sobre los riesgos posibles (mayores vs. menores) son las típicas que esgrimen los gobiernos agresores en estos casos, resumibles en la idea de guerra ‘preventiva’ disfrazada de humanitarismo. Sin duda Avaaz sabía que morirían civiles a causa de las bombas de la OTAN pero vienen a justificarlo implícitamente con el concepto de ‘daños colaterales’ aunque no lleguen a usar esa expresión. A día de hoy los supuestos ataques aéreos de Gadafi contra manifestantes en febrero pasado siguen sin probarse. Mire, la afirmación de que ‘la comunidad internacional tiene la responsabilidad de proteger a la población civil cuando los gobiernos nacionales amenazan y violan gravemente sus derechos humanos‘ es típica de la terminología imperialista; empezando por la expresión ‘comunidad internacional‘, eufemismo para no decir quién llevaría (y llevó) a cabo realmente la acción: la OTAN. Una organización con un historial –incluso reciente– de crímenes que ya en marzo pasado dejaba diminuto el que pudiera tener Gadafi. En cuanto a su alegato de que ‘sin duda ésta ha sido una decisión difícil y no siempre podemos acertar al 100% en todo lo que hacemos‘ me parece infame: cuando uno no tiene la seguridad -al cien por cien- de que lo que apoya no va a provocar víctimas que de otro modo no se producirían lo que hay que hacer es no apoyarlo. Porque si lo haces y esas víctimas llegan te conviertes en cómplice de los crímenes. Y eso es lo que desde febrero-marzo pasado es Avaaz”.

“FUE UN INSTRUMENTO FUNDAMENTAL EN LA PREPARACIÓN DE LA GUERRA”

Para el ya citado Antonio Maira la posición de Avaaz en el caso de Libia es sencillamente insostenible: “Lo de Libia es mucho más grave –afirma-. Cualquier investigación previa sobre las intenciones de Estados Unidos (a no ser que uno se vea a sí mismo como una especie de apóstol de Obama y de divulgador de su discurso de El Cairo), con informaciones directas en los Papeles del Pentágono publicados por Wikileaks y con una tradición de intervención y de manipulación mediática continua -y muy presente todavía en la memoria colectiva- desde la guerra de Yugoslavia hubiese conducido a una oposición absoluta al establecimiento de una ‘zona de exclusión aérea’. Tal zona no podría ser otra cosa que un instrumento militar de intervención armada siguiendo el modelo de la mencionada guerra de Yugoslavia. Había además un precedente concreto durante los largos años de amenaza e intervención en Irak. La ‘zona de exclusión aérea’ justificaba ataques continuos a las infraestructuras iraquíes y fue un instrumento fundamental en la preparación de la guerra. La guerra aérea, como guerra sin bajas para los ejércitos de la OTAN cuando es posible, es la ‘guerra modelo’ para las intervenciones de ‘Occidente’ en el Tercer Mundo. Por otro lado, otra de las experiencias constantes del intervencionismo militar de la OTAN en relación con las autorizaciones de la ONU nos dice que la OTAN o los Estados Unidos ampliarán todo lo necesario las autorizaciones recibidas hasta desvirtuarlas si es necesario. Había otra razón más para no colaborar, como ha hecho Avaaz, en una ‘aventura’ de ese tipo. Se trata del ‘precedente colonial’. El primer alboroto sobre la situación en Libia se produce en el marco de las antiguas potencias coloniales que ejercieron su ‘influencia’ en el mundo árabe. Ver a Italia, Francia y Reino Unido llamando a una intervención militar en Libia bajo el mando de la potencia que capitanea el imperialismo global fue muy significativo. Tan significativo como el actual proceso de intervención en Siria y la más prolongada pero muy dirigida preparación de una guerra en Irán. Habría que preguntarles ahora a los ‘colegas’ de Avaaz si creen justificada una intervención armada y devastadora contra Irán y cuáles son esas justificaciones. Creo que ya están preparados para una respuesta afirmativa pero tal vez sólo respondan que sí en el momento en el que Washington y Londres les proporcionen una coartada que les permita orientar a la opinión ‘progresista’ más tibia y replicar al movimiento antiimperialista más coherente”.

GEORGE SOROS Y EL ORIGEN DE AVAAZ

Avaaz -que según su propia web significa voz en varios idiomas europeos, asiáticos y de Medio Oriente— se creó en 2007 a partir de dos organizaciones “sin ánimo de lucro”: Res Publica y
MoveOn.

Según el analista político Cordura la primera tenía entre las personalidades que la respaldaban a alguna procedente del entorno de Bill Clinton pero la mayoría eran destacados líderes o portavoces religiosos como Charles Rooney de Catholics in Alliance for the Common Good (CACG),una organización que según afirma ”promueve la plenitud de la tradición social católica en la plaza pública”.

Por su parte, MoveOn está muy vinculada al Partido Demócrata estadounidense. Según Cordura “es anti-Bush y pro-Obama destacando entre sus fuentes de financiación el superricacho George Soros, conocido especulador húngaro-estadounidense que -entre sus múltiples hazañas- llegó a desestabilizar el Banco de Inglaterra”.

Y de hecho basta una simple consulta en Wikipedia para constatar que según esa enciclopedia Avaaz encabeza la lista de las organizaciones en favor de la paz financiadas por Soros a través de una de sus fundaciones: el Open Society Institute. Algo que nos reconoció Luis Morago.

¿Y quién es George Soros? Pues aparentemente un multimillonario filántropo que apoya causas genéricas “progresistas” como la libertad de información, la despenalización de las drogas o los derechos de los homosexuales. Sin embargo tras esa fachada se esconde un megaespeculador creador de numerosas organizaciones tapadera que sirven a sus fines y tienen presencia activa en numerosas instituciones y grupos de poder global. Como el conocido Carlyle Group.

Y es que partir de las ideas de Karl Popper sobre “sociedades abiertas” Soros ha desplegado una enorme actividad a múltiples niveles en todas las regiones del planeta, actividades que incluyen inversiones financieras de gran calibre, compra de grupos empresariales multinacionales, condicionamiento de medios de comunicación social y –se asegura- derrocamiento de gobiernos.

Su fundación principal es el Open Society Institute y las organizaciones pantalla más conocidas e influyentes Amnistía Internacional, Human Rights Watch y el International Crisis Group.

Asimismo controla Proyect Syndicate, una agencia que difunde artículos editoriales creadores de opinión firmados por personalidades políticas en 181 diarios internacionales.

¿Y QUÉ ES EL OPEN SOCIETY INSTITUTE?

El Open Society Institute -recientemente rebautizado como Open Society Foundation (OSF)- fue creado por Soros en 1993 –es el presidente de su Junta Directiva- para promover “sociedades abiertas”; es decir, para intentar imponer -dicho sea sin rodeos- el dominio del mercado sobre los gobiernos. Para lo cual posee una red mundial de afiliados conectados con sus fundaciones, especialmente en Europa del Este y el Cáucaso.

Además de financiar ONGs y medios de comunicación que luego se presentan como “independientes”. Son los casos de Human Right Watch, Transparencia Internacional, Reporteros sin Fronteras o la Albert Einstein Institution que ha diseñado lo que se conoce como “golpes suaves” en Yugoslavia, Ucrania, Georgia y otros países.

Y hay más; según la conocida Red Voltaire “en el transcurso de los últimos años George Soros jugó un importante papel en el cambio de gobiernos, sobre todo en Europa central y oriental. Fue particularmente activo en Polonia (…) y en Hungría, su patria de origen. Es muy probable que haya participado en los preparativos de la Revolución de Terciopelo que aconteció en la república checa, acción que llevó a Vaclav Havel al poder.

Repitió el modelo en Serbia para derrocar a Slobodan Milosevic y recientemente en Georgia contra Edouard Shevarnardze”.

Añadiremos que el programa Así de simple de Radio Sur de Venezuela citaría una nota de prensa de Avaaz en la que se decía: “Financiado por las donaciones de cerca de 30.000 miembros, un equipo de Avaaz trabaja en estrecha colaboración con los líderes de movimientos pro-democracia en Siria, Yemen, Libia y otras partes para suministrarles teléfonos ultramodernos y módems de internet que funcionan por satélite para conectarlos a los más grandes órganos de prensa del mundo y ofrecerles consejos en materia de comunicación”. Texto ante el que los periodistas de Radio Sur dirían: “Así que la Red Avaaz no es solamente una red que recoge firmas para los indignados de Wall Street. Es un grupo de acción directa que se infiltra en los territorios de naciones para equipar movimientos insurgentes. Esto es otro cuento, distinto a las firmas para salvar abejitas. En Venezuela se sabe que esta Red Avaaz intenta también encontrar un terreno de acción y por lo menos en la internet ha sido denunciada como un peligroso instrumento de disidencia controlada para la guerra de cuarta generación. Es de suponer que nuestro Ministerio de Comunicación y los organismos de inteligencia del estado estén atentos. Y esperamos que los hermanos mexicanos y bolivianos también estén muy atentos”.

GUERRA DE CUARTA GENERACIÓN

En 1989 cinco oficiales de la Marina estadounidense elaboraron un informe titulado El rostro cambiante de la guerra: hacia la cuarta generación. Y desde entonces analistas y estrategas militares utilizan ese término para referirse a la guerra de la era tecnológica y de las comunicaciones informáticas globalizadas.

Posteriormente, tras los ataques del 11S, la Guerra de Cuarta Generación se complementaría con operaciones psicológicas mediáticas en el contexto de la Guerra contra el Terrorismo que, en palabras de Manuel Freytas–periodista e investigador especializado en inteligencia y comunicación estratégica-“borra las fronteras tradicionales entre frente amigo y frente enemigo, y sitúa como eje estratégico de disputa la guerra contra un enemigo universal invisible diseminado por todo el planeta (…) Las operaciones ya no se trazan a partir de la colonización militar para controlar un territorio sino a partir de la colonización mental para controlar una sociedad”. Y añade: “Todos los días, durante las 24 horas, hay un ejército invisible que apunta a su cabeza: no utiliza tanques, aviones ni submarinos sino información diseccionada y manipulada por medio de imágenes y titulares”.

En suma, cada vez más personas consideran a Avaaz un arma de esa guerra psicológica global. Al igual que Wikileaks que curiosamente vio la luz aproximadamente al mismo tiempo que Avaaz y serviría básicamente a los mismos propósitos por la vía de “desvelar” información aparentemente inconveniente pero que a largo plazo no ha contribuido a una mayor conciencia en el gran público sino a fortalecer los esquemas de pensamiento dominantes.

Terminamos indiciando que según la Red Voltaire a partir de 2004 comenzó a perfilarse un giro en la estrategia del Open Society Institute que podría reflejar los planes de Soros para su personal proyecto de reordenamiento mundial. Algo que ya no se molesta en ocultar pues en una reciente carta publicada en The Chronicle of Philanthropy reconoce: “Nuestra nueva meta es fortalecer una sociedad global abierta”.

¿Será esa “sociedad global abierta” la visión que Soros tiene “del mundo que la mayoría de la gente desea” y que él va a ocuparse en construir?

Jesús García Blanca

.

Fuente: http://www.dsalud.com

.

Acerca de Asamblea Popular 15M Villa de Vallecas

Asamblea Popular de Villa de Vallecas perteneciente al Movimiento 15M
Esta entrada fue publicada en Conflicto pueblo palestino, Conflicto pueblo sirio, Difusión, Latinoamérica. Guarda el enlace permanente.

Una respuesta a ¿Qué hay detrás de AVAAZ?

  1. Branson Maioio dijo:

    Uff, chic@s pelín conspiranoia el artículo…

Deja un comentario